Meditación de los colores.
Nos sentaremos en una postura cómoda con la espalda recta y
durante unos instantes nos relajaremos, concentrándonos en nuestra respiración.
Nos empezaremos a centrar en los chakras, que se encuentran en fila desde la
raíz a la corona, los visualizaremos cada uno de su color como un círculo
giratorio.
Comenzamos imaginando el círculo de color rojo del chakra de
la raíz. Visualiza su energía estabilizadora. Haz que el círculo gire más
rápido y siéntete seguro y confiado en la energía que nos aferra a la tierra.
Ahora mira el color naranja vivo del chakra del sacro.
Mientras va girando cada vez más brillante y rápido, nota como aumenta el amor
que sentimos, no por nuestro ego si no por nuestro ser interior.
Imaginamos el plexo solar como un círculo giratorio de color
amarillo muy vivo, este círculo expulsa de nosotros los celos, la ira, el
desaliento, el odio y todos los sentimientos negativos a los que nos podamos
aferrar. Vamos viendo cómo se va cargando de sentimientos positivos de
tranquilidad y felicidad, que lo hacen brillar con un color más vivo y con
mayor rapidez.
Empezamos a ver el rosa del chakra del corazón. Enviamos un
sentimiento de amor incondicional sin pedir nada a cambio.
Imaginar el azul claro del chakra de la garganta. Lo vemos
captando y emitiendo una comunicación auténtica y armoniosa que nos conecta con
todas las criaturas vivas.
Ahora vamos hacia el chakra del tercer ojo y le ponemos un
azul añil muy intenso y vibrante, lo
vemos girar con la música de nuestro
cuerpo y nuestra mente, relajadamente, tranquilos y relajados.
Y por último nos concentramos en el chakra de la corona, con
su luz violeta, puro, girando en un circulo de tranquilidad, paz y unidad con
el espíritu superior.
Volvemos hacia atrás mentalmente y observamos como las siete
ruedas de los chakras, giran a la vez con luz y unidad.
Miramos como restablecen el equilibrio en nuestro cuerpo y
mente, como nos aligeran el corazón y nos abren el espíritu.
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