Empezamos con una meditación para ir acostumbrándonos poco a
poco. Empezaremos unos minutos y siempre sin agobiarnos. Esta meditación la
llamaremos contar la respiración.
Buscaremos un lugar cómodo y donde sabemos que nadie nos va
a molestar, si queréis podéis poner música relajante, alguna vela y incienso.
No es obligatorio solo si queréis.
Empezamos la meditación:
1.
Nos pondremos en una posición cómoda y que no
nos cansemos, ya sea sentadas en una silla, con las piernas cruzadas, de
rodillas o tumbadas en el suelo.
2.
Centramos toda la atención en nuestra
respiración. Mientras Inspiramos y espiramos iremos contando. Uno (inspiramos,
espiramos), dos (inspiramos, espiramos), tres (inspiramos, espiramos), cuatro
(inspiramos, espiramos), cinco (inspiramos, espiramos), y después volvemos a
empezar por el uno.
3.
Sentimos como el aire entra en nosotros y vuelve
a salir mientras respiramos. Seguro que nuestra mente, sobre todo al principio
intentará distraernos, en ese momento volveremos, a poner atención a nuestra
respiración.
4.
Cuando haya finalizado iremos saliendo de la
meditación poco a poco y abriendo los ojos lentamente.
Si queréis para poder ir calculando el tiempo de meditación
podéis ir poniendo música de relajación, así cuando acabe si os dais cuenta
claro sabréis el tiempo que estáis meditando. Al principio unos minutos parecen
inacabables pero si trabajamos fuerte veréis que luego se hacen cortos 20
minutos.
Dicen que meditar cinco minutos es como una siesta de media horita,
mmm a quien no le va bien desconectar esos cinco minutos para recargar pilas.
Espero que os sea de ayuda. Bendiciones
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